¿Cómo habría escrito Haydn si hubiera vivido en el siglo XX? Tal fue el punto de partida de un joven brillante y provocador llamado Serguéi Prokófiev para abordar su primera incursión en el género de la sinfonía. Para completar el programa, tres obras de autores franceses bajo la batuta de Nodoka Okisawa, conocida ya por el público extremeño y especialmente ducha en este tipo de repertorio: Ibert, Ravel y Poulenc, otro autor que, como Prokófiev, fue considerado un inadaptado en su propio entorno cultural. “Mitad monje, mitad gamberro”, diría Rostand.