Un programa mestizo de música para grandes acontecimientos. En 1956 el Daily Telegraph de Sídney patrocinó el estreno del Concierto para oboe de Martinu, autor de influencias diversas, con motivo de los Juegos Olímpicos de Melbourne. Más de cien años antes, Mendelssohn había escrito dos obras para otro evento relevante, la celebración de los 400 años de la invención de la imprenta, esa genuina herramienta para iluminar: Festgesang y un híbrido de sinfonía y cantata titulado Canto de Alabanza, con algunos de los textos que Gutenberg plasmara en su Biblia de 42 líneas. “La noche ha acabado –reza uno de los pasajes–, vistámonos las armas de la luz”.